Actitudes: estructura y
funciones
1-
INTRODUCCIÓN
Las actitudes
expresan la atracción o la repulsión, el agrado o el desagrado, la aprobación o
la desaprobación, el amor o el odio, que sentimos hacia algo o hacia alguien.
Reflejan las valoraciones que las personas tienen sobre los distintos objetivos
de actitud.
Las actitudes
pueden expresarse de diferentes formas, fundamentalmente a través de las
emociones, de los pensamientos o del propio compartimiento.
2-
¿QUÉ
SON LAS ACTITUDES?
El estudio de
las actitudes ha sido de gran interés a lo largo de la historia de la
psicología social. Desde esta disciplina las actitudes son importantes por dos
razones principalmente. En primer lugar porque influyen considerablemente en la
forma en que pensamos sobre la información social y en como la procesamos. La
segunda de las razones por las que son importantes las actitudes es por la
influencia que tiene sobre el comportamiento.
2.1- Definición: una actitud es una
tendencia psicológica que se expresa en la evaluación de una entidad particular
de algún modo favorable o desfavorable. Dicho de otro modo, se trata de una
tendencia evaluativa hacia un objeto socialmente relevante. La actitud, como
tal, consiste en un constructo psicológico no observable, de carácter
evaluativo, que media entre un objeto y las respuestas de la persona ante ese
objeto. Las evaluaciones que caracterizan a las actitudes se pueden definir
por:
-
Su
dirección o valencia: que es la valoración positiva, negativa o neutra que
la persona atribuye al objeto actitudinal.
-
Su
intensidad o polaridad: que se refiere al grado en que se evalúa como
favorable o desfavorable el objeto de actitud (o sea, la magnitud de la
valencia).
2.2- Estructura de las actitudes: las
actitudes están formadas por tres componentes: el afectivo (sentimientos y
emociones asociados al objeto actitudinal), el cognitivo (creencias e ideas
acerca del objeto de actitud) y el componente conductual (intención de llevar a
cabo un comportamiento o el propio comportamiento). Las actitudes también abarcan
los afectos o emociones que provoca en los individuos el objeto actitudinal.
2.3- Propiedades de las actitudes: las
principales propiedades que caracterizan a las actitudes son su accesibilidad,
fuerza, ambivalencia y el grado de conciencia que se tenga de ellas.
a) Accesibilidad y fuerza de las actitudes:
la accesibilidad se refiere a la facilidad con la que una actitud puede ser
recuperada de la memoria y uno de sus indicadores es la velocidad con la que la
actitud es recordada o activada. Esto es, la accesibilidad se refiere al grado
en que las actitudes se activan espontáneamente cuando las personas se exponen
al objeto de actitud. La accesibilidad va a influir en la interpretación que
las personas hagan de la realidad, así como en el comportamiento, de manera que
cuanto más accesible sea una actitud, con mayor intensidad influirá en el
comportamiento. Otra de las características de la actitud es la fuerza, que se
refiere a la estabilidad y resistencia temporal de la actitud, así como a su
impacto sobre el comportamiento. Las actitudes fuertes son más estables (o sea,
se mantienen más intactas a lo largo el tiempo) y resistentes (o sea, no
cambian ante un intento persuasivo o ante información contraactitudinal, esto
es, ante información contraria al contenido de la actitud que se mantiene). A
su vez están más relacionadas con el comportamiento en comparación con las
actitudes débiles. Asimismo, se considera que cuanto más fuerte es una actitud,
más accesible se hace. El que una actitud sea más o menos fuerte va a depender,
entre otros, de tres factores: por un lado, si la actitud se ha formado a
partir de lo que otras personas nos han contado. Otros de los factores que va a
influir en que una actitud sea más o menos fuerte es el consenso social, es decir,
mi actitud será más fuerte si creo que la mayoría de la gente piensa como yo. Por
último, la importancia que se le dé a la actitud (que no al objeto de actitud)
es otra de las características que influyen sobre su fuerza. Cuanto más
importante sea una actitud para una persona, más fuerte será.
b) La ambivalencia actitudinal: los
objetos de actitud dan lugar a actitudes ambivalentes. La investigación sobre
ambivalencia actitudinal demuestra que una persona puede evaluar al mismo
tiempo un objeto de actitud como positivo y negativo. Esta ambivalencia es la
respuesta evaluativa debilita los efectos de la actitud para orientar la
atención, dirigir el procesamiento de la información y predecir el
comportamiento futuro de los individuos, además de que dificulta la toma de
decisiones sobre el objeto de actitud. La ambivalencia actitudinal también
puede ser causada por un conflicto entre varias actitudes relacionadas entre
sí. Las persona con una actitud ambivalente pueden acabar de polarizarse en un
sentido u otro, eliminando (o, al menos,
reduciendo) así su conflicto.
c) Actitudes explícitas versus implícitas:
a menudo podemos expresar de forma consciente y reflexiva cuáles son nuestras
actitudes, así como las consecuencias que tiene sobre nuestros comportamientos
y/o efectos. A estas actitudes se las denomina actitudes explicitas.
Implícitas, las personas no son capaces de identificarlas. Algunos autores
consideran que las actitudes implícitas son aquellas cuyo origen no puede
identificarse. Las personas tienen claro cuáles son sus actitudes (esto es, se
trata de actitudes explicitas), pero no saben su origen. Podría decirse que las
actitudes implícitas son aquellas de las que generalmente no se tiene
conciencia, ni se conoce su origen ni las consecuencias que tienen sobre el
comportamiento.
2.4- Cómo se miden las actitudes: se
hace referencia a cómo medir su intensidad, es decir, al grado en que se evalúa
como favorable o desfavorable un objeto actitudinal. Las medidas de las
actitudes pueden ser básicamente de dos tipos: las medidas explicitas (por
ejemplo, auto informes) hacen referencia a juicios evaluativos relativamente
controlados, deliberados y conscientes y en ellas se les pregunta directamente
a los individuos sobre su actitud.
a) Medidas explicitas o directas
- Escalas tipo
Likert: consisten en un conjunto de ítems en forma de afirmaciones o juicios
referidos al objeto de actitud, junto a los cuales aparece una escala acerca
del grado de acuerdo o desacuerdo con esa afirmación.
- Diferencial
semántico: con este tipo de medida se califica al objeto de actitud sobre un
conjunto de adjetivos bipolares, uno positivo y otro negativo.
b) Medidas implícitas o indirectas: las
actitudes implícitas son evaluaciones del objeto actitudinal que son
inconscientes para la persona y que dan lugar a respuestas automáticas (no
controladas) que el sujeto no identifica como relacionadas con ese objeto de
actitud. En estos casos, evaluar las actitudes con medidas explicitas de
autoinforme como las que se han expuesto resulta complicado, pues las personas,
al no ser conscientes de ellas, difícilmente podrán dar la información que se
les solicita. A veces es conveniente utilizar medidas implícitas para medir
actitudes explicitas, dado que las medidas implícitas constituyen evaluaciones
más rápidas, menos conscientes y más difíciles de controlar, corregir o ajustar
según las expectativas de las personas, las del experimentador o las normas y
presiones sociales. Se han elaborado varios tipos de medidas implícitas; entre
ellos, lo más empleados son las preexposición o priming y el test de asociación
implícita.
- La
preexposición o priming consiste en la presentación del objeto de actitud en la
pantalla de un ordenador durante unos milisegundos, seguido (en el
procedimiento conocido como priming evaluativo) de una serie de palabras
(normalmente adjetivos) con carga emocional positiva o negativa.
- El test de
asociación implícita también mide tiempos de respuesta de los individuos
mediante pruebas realizadas con un ordenador, tratando de comprobar el grado de
asociación entre dos conceptos, uno de los cuales será el objeto de actitud y
el otro una serie de palabras con diferente tono evaluativo.
3- ¿CÓMO
SE FORMAN LAS ACTITUDES?
Las personas
tienen actitudes hacia una gran cantidad y variedad de estímulos, incluso sin
haber tenido experiencia directa o conocimiento sobre ellos. Algunas de ellas
tienen una base biológica, porque en algún momento de la historia de la
humanidad se ha favorecido un determinado tipo de actitud para facilitar la
supervivencia de la especie. Sin embargo, puede afirmarse que la mayoría de las
actitudes tienen sus raíces en el aprendizaje y el desarrollo social. Las
actitudes una vez que se forman, se almacenan en la memoria, recuperándose
cuando es necesario.
3.1- Origen biológico: hay evidencia de
que ciertas actitudes pueden estar influidas por aspectos genéticos. Hay
procesos psicológicos que tiene una base biológica, como el temperamento y
estos a su vez pueden predisponer hacia determinadas actitudes, como pueden ser
las que las personas mantienen hacia algunos deportes. Además, las personas
tendemos a formarnos actitudes hacia lo que está relacionado con nuestras
capacidades o con nuestras características de personalidad, dándose así una
influencia indirecta de los innato sobre las actitudes, si bien esta
influencian no es irreversible.
3.2- Actitudes basadas en la experiencia
directa con el objeto actitudinal: la propia experiencia con el objeto de
actitud puede ser la base sobre la que se forma una actitud. Un claro ejemplo
de ello es el llamado efecto de la mera exposición, Zajonc observó que la
exposición repetida a un estimulo nuevo es suficiente para que las personas
incrementen sus respuestas afectivas y evaluativas hacia dicho objeto.
3.3- Condicionamiento clásico: el
efecto de condicionamiento clásico consiste en que la aparición retirada de un
evento originalmente neutro, el estimulo condicionado, precediendo o simultáneo
a otro estímulo biológicamente relevante y capaza de provocar una reacción del
organismo o respuesta incondicionada, hace que la mera presentación aislada del
estímulo condicionado acabe de producir también una reacción similar a la RI,
conocida como “respuesta condicionada”.
3.4- Condicionamiento instrumental u
operante: el condicionamiento instrumental u operante es una forma de
aprendizaje en la que la consecuencia es contingente a la respuesta que
previamente ha emitido el sujeto.
3.5- Aprendizaje vicario o modelado: cuanto
más se identifique la persona con aquella a la que esta imitando, más eficaz
será este tipo de aprendizaje. Este aprendizaje de las actitudes se observa frecuentemente
en el desarrollo de ideas y creencias, ideológicas políticas, creencias
religiosas, etc. En estos casos, parece que el papel de la socialización es más
importante que el de la propia experiencia con el objeto de actitud.
4- ¿PARA
QUÉ SIRVEN LAS ACTITUDES?
Algunos autores
han propuesto que las actitudes sirven a una variedad de necesidades o
funciones psicológicas. Las actitudes ayudan a los individuos a adaptarse al
medio, a sobrevivir dentro de él. En definitiva, las actitudes desempeñan en la
vida de las personas importantes funciones adaptativas.
4.1- Función instrumental: tiene lugar
cuando la actitud sirve a la persona para alcanzar objetivos que le reporten
beneficios tangibles o un ajuste a la situación, así como para evitar objetivos
no deseados. Dicho de otra forma, las personas desarrollan actitudes positivas
hacia lo que les aporta beneficios y actitudes negativas hacia aquello que está
asociado con consecuencias negativas.
4.2- Función expresiva de valores: esta
función la desempeña una actitud cuando nos permite la expresión abierta de los
pensamientos y sentimientos que queremos que los demás conozcan de nosotros.
4.3- Función cognoscitiva: según esta
función, las actitudes ayudaran a los individuos a organizar la información que
proviene de los objetos de actitud en función de la valoración que se haya
hecho de ellos, estructurando y dando coherencia a la sobrecarga de estímulos a
los que las personas estamos expuestas continuamente. De esta forma, las
personas podrán determinar rápidamente si un objeto de actitud es beneficioso o
dañino para uno mismo y para su propio bienestar. Asimismo, ayudaran a las
personas a saber que pueden esperar de los demás y por tanto, hacen que el
mundo sea más predecible.
4.4- Función de defensa del yo: tiene
lugar cuando las actitudes contribuyen a mantener la autoestima personal o la
autoestima basada en el grupo al que se pertenece. Esto puede dar lugar a
actitudes prejuiciosas, al evaluar negativamente a personas de otros grupos
sociales (exogrupos). Finalmente, hay que tener en cuenta que una misma actitud
puede desempeñar diferentes funciones para distintas personas. Asimismo, una
misma actitud puede tener varias funciones para una misma persona.
5- ¿CUÁL
ES LA RELACIÓN DE LAS ACTITUDES CON EL COMPORTAMIENTO?
Una de las
razones por las que las actitudes son importantes es por la influencia que
tienen sobre el comportamiento. Podría decirse, por tanto, que las actitudes no
siempre influyen sobre el comportamiento, o que los componentes afectivos y
cognitivo no siempre están en estrecha concordancia con el componente
conductual. El grado de influencia de las actitudes sobre el comportamiento ha
llegado a ser uno de los tópicos más estudiados dentro del campo de las
actitudes.
5.1- Factores que afectan a la influencia
de la actitud sobre la conducta: como se ha dicho, hay factores
contextuales que estarían influyendo en la relación actitud-conducta y que
pueden resumir en las normas sociales y la presión temporal.
- Las normas sociales se refieren a las
reglas que indican como las personas, supuestamente han de comportarse en una
situación dada. Por este motivo, algunas veces las personas puede que no
expresen sus actitudes porque, si lo hacen, serian contrarias a las normas
aceptadas en una situación social.
- La presión temporal se refiere, como
su propio nombre indica, a aquellas situaciones en las que no hay tiempo
suficiente para elaborar la respuesta que se requiere. Es decir, en las
situaciones en las que se tiene que actuar rápidamente, la influencia de la
actitud sobre la conducta va a ser mayor que en aquellas en las que no hay
presiones y en las que los individuos tienen tiempo para pensar en la información
disponible con más detenimiento.
También señalar
un tercer factor a tener en cuenta a la hora de analizar las características del
contexto que influyen sobre el vinculo actitud-conducta: la elección misma de
las situaciones en las que se desea participar. Las personas tienden a preferir
situaciones que les permitan mantener una coherencia entre sus actitudes y sus
conductas, es decir, situaciones en la que lo que se piensa y lo que se hace
coincide. Este tipo de situaciones, a su vez, fortalecen la actitud, de manera
que esta predice aun mejor el comportamiento. Un factor asociado a la propia
actitud que influye en la relación entre actitud y conducta es su
especificidad. Entendemos por especificidad el grado de precisión con el que están
definidas la actitud y la conducta relacionada con ella. Además de los factores
asociados a la propia actitud y al contexto, hay un aspecto relativo a los
individuos que merece ser mencionado por la influencia que tiene sobre el vínculo
actitud-conducta. Se trata de la autoobservación o dicho de otro modo, de la
relativa tendencia de los individuos a regular su comportamiento basándose en
acontecimientos del exterior, como pueden ser las reacciones o las expectativas
de los demás (alguien con elevada autoobservación) o basándose en factores
internos, como sus propias creencias, actitudes, intereses. Por tanto, quienes
tienen una baja autoobservación mostrarán mayor coincidencia entre su actitud y
su conducta, mientras que los que tengan alta autoobservación mostrarán mayor
incoherencia entre ambas.
5.2- La teoría de la acción razonada: con
el propósito de comprender la influencia de las actitudes sobre el comportamiento,
se debería distinguir entre dos tipos de actitudes. Por una lado estarían las
actitudes generales hacia objetos que pueden ser: físicos, personas y/o grupos,
instituciones, políticas, eventos y cualquier otro objeto actitudinal más
general y abstracto. El segundo tipo de actitudes son las referidas a la
realización de una conducta en relación con un objeto de actitud. A este último
tipo de actitudes se les conoce como actitudes hacia el comportamiento y son el
objeto último de la teoría de la acción razonada.
- La teoría de
la acción razonada estudia los procesos psicológicos que intervienen entre la
activación de una actitud y la respuesta conductual llevada a cabo hacia dicho
objeto. Fue diseñada para explicar y predecir el comportamiento humano en
contextos específicos y es aplicable a conductas deliberadas. Esta teoría asume
que la mayoría de los comportamientos están bajo el control del propio
individuo y por tanto el principal determinante de la conducta será que la
persona tenga intención o no de realizar ese comportamiento.
Las actitudes de
la persona hacia la conducta en cuestión son el resultado de la suma de varios
productos.
5.3- El modelo MODE: a veces las
actitudes hacia determinados comportamientos pueden producir respuestas
conductuales que no están mediadas por la intención de conducta, influyendo en
el comportamiento de un modo más directo y automático.
Fazio y sus
colegas dieron respuesta a esta pregunta planteando el modelo MODE, según el
cual las actitudes ejercen su influencia sobre la conducta de dos maneras
diferentes: la primera se basa en un procesamiento espontáneo y tiene lugar
cuando se produce la activación automática de la actitud. Este modelo postula
que el predominio del modo espontaneo sobre el deliberativo o viceversa,
depende de dos factores: la motivación y la oportunidad; de hecho MODE son las
iniciales de motivación y oportunidad como factores determinantes. En resumen,
podemos decir que el estudio de las actitudes ha ocupado una parte considerable
del trabajo de los psicólogos sociales, reflejando así su importancia. Las actitudes
influyen en nuestras vidas de forma patente, a la hora de percibir el mundo que
nos rodea o de interpretar los hechos que suceden a nuestro alrededor y afectan
a nuestros comportamientos. Pero no siempre se da esa relación entre actitud y
conducta. Para intentar explicar la influencia de la actitud sobre la conducta,
se han descrito la teoría de la acción razonada, la teoría de la acción planificada
y el modelo MODE.
COMENTARIO
FUNCIÓN EXPRESIVA DE
VALORES
La función
expresiva de valores es muy importante en nuestra vida diaria, permite manifestar
a la persona lo que realmente piensa y siente o quiere que los demás sepan
acerca de ella.
El interés
primordial del acto comunicativo se centra en el emisor, que expresa en el mensaje
sus propias emociones o sencillamente se expresa a sí mismo. La función
expresiva hace referencia a cualquier manifestación de la propia interioridad
del ser humano.
Las actitudes son una expresión o
reflexión de los valores generales del consumidor, su estilo de vida y
perspectiva del mundo. Mantiene una actitud positiva y reflejan orientación.
GLOSARIO
CONDUCTA: comportamiento de una persona o un animal.
CONDICIONAMIENTO: es la producción de una conducta por un estímulo
sólo si se da una condición o el fortalecimiento de una conducta si se da la
condición de que sea reforzada.
TRIPARTITO: que está formado por tres partes o miembros.
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CONOCIMIENTO
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